La cal
La piedra caliza ha sido utilizada desde la antigüedad para realizar las más hermosas decoraciones y construcciones. Hasta la aparición del cemento en 1910, la cal, junto al yeso y otros materiales tradicionales, fueron los más importantes en la construcción.
Iniciamos con este capítulo un estudio sobre la cal para conocer minuciosamente este material histórico, que consideramos de gran valor en la actualidad.
Un material histórico de gran valor
Ahora, en pleno siglo XXI, la cal está resurgiendo con fuerza especialmente en el sector de la restauración y rehabilitación patrimonial, así como en la eco y bio construcción, aplicada tanto para morteros como revestimiento.
¿Por qué?
Sus ventajas son innumerables, pero su principal valor está enlazado con su antigüedad: es el material más fiable, resistente y conocido de los usados en la construcción, que mayor respeto ofrecerá al bien histórico que necesite ser intervenido, así como al medioambiente.
Proceso de calcinación
Actualmente, la cal se conoce como el resultante de la calcinación de piedra caliza, una roca sedimentaria porosa de origen químico formada mineralógicamente por carbonatos, principalmente de calcio.
Una vez finalizado el proceso de calcinación se apaga o extingue el producto resultante con agua, obteniendo un material hidratado que tendrá aspecto polvo o pasta según la cantidad añadida de agua.
Las cales fabricadas con este proceso variarán según la roca de extracción, pues de las calizas más puras el resultado serán cales más grasas (cal viva) y de las calizas más arcillosas resultarán cales más magras o débilmente hidráulicas.
¿Cuántos tipos de cal podemos encontrar?
De forma general, contamos con las siguientes cales.
- Cal aérea: cal apagada, hidratada o hidróxido cálcico, procedente de caliza pura
- Cal dolomítica: es una cal aérea procedente de caliza rica en carbonato de magnesio
- Cal hidráulica natural: procedente de caliza con contenido moderado pero significativo de sílice y alúmina
- Cal hidráulica artificial: mezcla de cal aérea con aporte externo de material hidráulico o puzolánico. Puede presentar una hidraulicidad algo superior a la cal hidráulica natural pero esto es debido al aporte de materiales externos como clinker Portland, puzolanas de origen artificial o escorias siderúrgicas de altos hornos
Las más recomendables
La cal aérea y la cal hidráulica natural son materiales tradicionales históricamente utilizados en la construcción predominantemente europea, compatibles por ende con la construcción histórico-monumental, pero con aplicaciones cada una en diferentes ámbitos:
- La cal hidráulica natural ha de utilizarse con objetivos estructurales y no estructurales cuando se requieran tiempos de fraguado iniciales cortos, así como resistencias mecánicas a corto plazo.
- La cal aérea es ideal para aplicaciones no estructurales como las paletas de acabado, guarnecidos interiores… Y todas aquellas aplicaciones que no se vean comprometidas por la necesidad de maduración a corto plazo.
¿Cuáles son sus diferencias?
La cal aérea consigue endurecer por la reacción de la cal con el CO2 atmosférico en un proceso lento que se extiende a lo largo de los años.
La cal hidráulica natural, son cales de doble toma. Fragua y endurece por reacción de los componentes hidráulicos obtenidos durante la cocción de la piedra -consecuencia de la propia composición natural del material de partida- (fraguado hidráulico) y por el proceso de carbonatación de la cal al aire (fraguado aéreo).
A continuación mostramos algunas comparativas de comportamiento:
Clasificación general de las cales
Siendo la que se detalla en la siguiente tabla:
Definiciones de las cales
- Cales aéreas: cales constituidas principalmente por óxido o hidróxido de calcio que endurecen lentamente al aire bajo el efecto del dióxido de carbono. Pueden ser cales vivas o cales hidratadas.
- Cales vivas: cales aéreas constituidas principalmente por óxido de calcio y de magnesio producidos por la calcinación de caliza y/o dolomía. Incluyen las cales cálcicas y las cales dolomíticas.
- Cales cálcicas (CL): cales constituidas principalmente de óxido de calcio o hidróxido de calcio.
- Cales dolomíticas (DL): cales constituidas principalmente por óxidos o hidróxidos de cal y magnesio.
- Cales hidratadas: cales vivas hidratadas con agua mediante el proceso de “apagado”.
- Cales vivas: cales aéreas constituidas principalmente por óxido de calcio y de magnesio producidos por la calcinación de caliza y/o dolomía. Incluyen las cales cálcicas y las cales dolomíticas.
- Cales hidráulicas naturales (NHL): cales producidas por la calcinación de calizas más o menos arcillosas o silíceas. Todas ellas tienen la propiedad de fraguar y endurecer con el agua. El dióxido de carbono presente en el aire contribuye igualmente al proceso de endurecimiento
- Cales hidráulicas artificiales (HL): cales principalmente constituidas por hidróxido de calcio y otros materiales tales como cemento, escoria de alto horno, cenizas volantes, filler calizo y otros materiales. Tienen la propiedad de fraguar y endurecer con el agua. El dióxido de carbono presente en el aire contribuye igualmente al proceso de endurecimiento
- Cales formuladas (FL): cales con propiedades hidráulicas compuestas principalmente por cal aérea (CL) y/o cal hidráulica natural (NHL) con adiciones de material hidráulico y/o puzolánico
Por último, también amplían el campo de aplicación de la cal aérea como por ej. revestimiento, estucos, encalados… y toda aquella aplicación que, efectivamente como nosotros indicamos, no se vea comprometida por la necesidad de endurecimiento a corto plazo, destacando algunas de sus propiedades y beneficios como son la fijación de pigmentos, higrometría en interior de las viviendas, transpirabilidad, trabajabilidad…
Si quieres conocer en mayor profundidad las cales puedes ponerte en contacto con nosotros.
Expertos en refuerzo estructural y rehabilitación